Últimas veces

Con gran afán te busqué esa noche. Llegué al lugar refundido donde estabas con la plena certeza que debía despedirme, aunque no sabía por qué. Podría decirte que tuve un pálpito de tía rezandera, pero la verdad es que tengo un afán constante por no dejar de vivir.

Soy una fiel creyente que uno nunca sabe cuándo serán las últimas veces de vivir algo o ver a alguien. Asumo que todas las veces son las últimas y si sigue algo más, me sorprendo. Es mejor no esmerarse por numerar un momento o por asignarle una frecuencia.

Te abracé antes de irme y me dijiste "Te quiero". Podría pensar que es la última vez, pero pensaré en cambio que es la primera.

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