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Mostrando entradas de 2017

Máquina del tiempo

Sé que han habido momentos difíciles en mi vida, pero creo el que más me marcó de todos fue el último año del colegio. Aunque nunca fui ni la más popular ni la más 'amiguera', ese fue el año en el que sentí con toda la furia el precio de ser indiferente e incomprendida. Por razones que aún me son difíciles de entender, casi todas las personas que me habían hablado por seis años me dieron la espalda y fue durante ese año que estuve completamente sola en el salón de clases. El año en el que se supone, la nostalgia invade a estos pseudo pubertos incipientes que entran a la universidad, yo solo quería salir corriendo del colegio y nunca más volver a saber nada de un lugar que aún al día de hoy, recuerdo con poca gratitud. En ese momento, lo que más me dio fuerza para continuar fue mi hermana, quien me integró en su grupo de amigas del barrio y no me dio la espalda, a pesar de lo inmadura y seguramente odiosa que fui con ella en repetidas ocasiones. Mi primo, con sus amigos, tam

Mejores momentos año 2016

Publicado con un retraso de más de 9 meses, pero aún con la pertinencia de ser un gran año. Aquí va la recopilación añeja pero intacta de los mejores momentos del año 2016.  El año en el que Trump fue elegido presidente, en el que la economía se enredó como siempre, en el que murieron David Bowie, Prince y Leonard Cohen, en el que el NO ganó en el referendo y en el que ocurrió el Brexit, ha sido uno de los más intensos para la humanidad entera. Evidentemente, mi 2016 no fue la excepción y fue un año lleno de emociones fuertes, momentos dramáticos, alegrías, tristezas, fiestas y noches de soledad. Aún no sé qué pensar de este año que se me hizo eterno, en el que los cambios fueron la constante y la calma estuvo ausente. Fui feliz, fui triste, fui millonaria, fui robada y fui sobre todo diferente. Siento que de alguna manera he cambiado en algunos asuntos que me tuvieron atascada en el 2015 y de ideas extrañas en mi cabeza que no me dejaban crecer. Siento que muchas de esas ideas h

Documentación feliz

¿Qué pasa con aquello que no documentamos fervientemente? ¿Mueren los recuerdos si realmente no los recordamos? ¿Cambia nuestra vida si cambiamos nuestros recuerdos? ¿O cambian nuestros recuerdos conforme pasa nuestra vida? Por estos días me di cuenta del montón de cosas que he vivido y del montón de cosas que he olvidado. A propósito o por cuenta de una memoria que con los años se sobrecarga más y trabaja menos. Por eso, aprovecho este blog para recordarme a mí misma la importancia de documentar más mis recuerdos, sin caer en el trauma del selfie exagerado o la pérdida de la espontaneidad. Poco a poco ciertos detalles se nos van olvidando, y quizás tendemos a recordar más lo malo que lo bueno. O más bien, quizás yo tiendo a recordar más lo malo que lo bueno, dada mi naturaleza negativa y pesimista. En pro de los buenos recuerdos, documentaré más aquellos detalles que me hacen feliz.

Adaptación

"Si, el hombre puede acostumbrarse a todo, pero no nos pregunte cómo lo hace" - Viktor Frankl Aún me invade la nostalgia de recordar que por estos días, en el 2014, estaba partiendo hacia Europa. Los recuerdos de Facebook por estos días se han encargado de destacar que por estas fechas estaba viviendo la aventura de ser extranjera en otro país. Recuerdo mi adaptación a Francia cuando estaba recién llegada. Pataletosa como una niña de cinco años, terminé finalmente acoplándome a un entorno que no me era familiar. Dejé los 33 metros cuadrados de mi apartamento en Bogotá por los 22 metros, solo 12 habitables, de mi pequeño estudio en Toulouse. Me acostumbré a tener nuevos amigos y a establecer nuevos vínculos con desconocidos y extranjeros, cosa que no hacía desde hacía años ya que mis amigos son los mismos desde la época de la universidad. Y aprendí el arte de asentir así no estuviera entendiendo ni mierda de francés. La sonrisa siempre fue mi mejor aliada y en algún moment

Efímero

Todo en esta vida es efímero. La felicidad desenfrenada, la tristeza infinita, las circunstancias difíciles, los amigos, la familia, el trabajo, la casa, los bienes raíces, la gordura, la flacura, la belleza. Por estos días, la repentina muerte de la madre de una amiga y lo triste de este suceso me ha puesto a pensar. No solo en lo frágil que es la vida, sino en lo rápido que pasan las cosas y en el poco tiempo que tenemos para digerirlas. Parece que fue ayer cuando llegué a Bogotá, en el 2008 y que fue ayer aún cuando partí hacia Francia, en el 2014. Parece que fue ayer cuando regresé y ya van casi 6 meses en los que aún no me hallo, en los que me siento descuadrada y extranjera en un país al que dejé de acostumbrarme. Si, ya está, volveré a la costumbre de todo aquello que me gusta y aquello que me disgusta, pero mientras eso ocurre los minutos parecen eternos. Todo en esta vida es efímero y todo lo que pasa, sigue pasando y luego sencillamente deja de pasar. Así siempre ha sido