Entradas

Mostrando entradas de 2018

Lo que aprendí de la depresión

Hace ya casi dos años que regresé y al estar de nuevo en mi (no tan) adorado país, me enfrenté a una extraña sensación que no había vivido. Una extraña tristeza que parecía no querer irse y que a ratos parecía más que una "simple tristeza" o un "mal momento". Lo que me diagnosticó la terapeuta que consulté (exhortada por otros por supuesto) fue una "depresión moderada". Y si eso que yo sentía, ese desazón y desasosiego era "moderado" no quiero ni pensar cómo será para aquellos que es crónico o fuerte. Así que luego ya de haber vivido esta etapa y aún seguir en tratamiento porque esa vaina cómo que no se va así de fácil, he tenido un poco de perspectiva. Antes de vivir esto, era difícil entender lo que era realmente estar deprimido. Y creo que no es necesario vivir nada de esto: nos falta empatía alrededor del tema y divulgación para desmitificarlo. Alrededor de la depresión existen varios estigmas que duran y perduran, pero solo hacen mucho dañ

Límites

"Si para todo hay término y hay tasa  y última vez y nunca más y olvido  ¿Quién nos dirá de quién, en esta casa,  sin saberlo, nos hemos despedido?" - Límites, Borges Me obsesionan los temas que tienen que ver con la nostalgia. Creo que rara vez nos detenemos a apreciar lo chévere que es un momento y cuando nos damos cuenta, ya se ha acabado. Es ahí cuando entra la nostalgia. Memorabilia.  Por estos días de reencuentros, he recordado lo feliz que fui durante mis ocho meses en Hamburgo. No fui yo sola la que pensó eso. Quienes estuvieron allí conmigo ahí también lo sienten. A todos nos costó entender que esa maravillosa época se había acabado y cada uno a su manera hizo su duelo para entender que una era ya había terminado. Una etapa feliz acabó para darle paso a una más incierta. Ni buena ni mala, solo quizás diferente.  En el reencuentro, hablamos de lo incomprendidos que nos sentimos a regresar a nuestros entornos anteriores y lo difícil que fue asumir tan

Maternidad

Hay algo en el estar cerca a la madre de uno que no se compara con nada. El estar cerca a la mamá le da a las más pequeñas y grandes criaturas una sensación de seguridad, comodidad y serenidad que no se consigue en ningún otro lugar. Y aunque muchas veces hay diferencias, la sensación de siempre ser comprendidos por nuestras madres supera cualquier cosa. No hay quizás ninguna otra persona que pueda entender tanto a otro como una madre a su hijo, o al menos no de la misma manera. Por estos días luego de una cirugía inesperada, mi mamá vino a visitarme y a cuidarme, algo que realmente no pasaba hace muchos años, quizás más de diez. A su lado sentí ese confort, seguridad y serenidad de la que hablaba y que creo difícilmente encontraré en otras personas.  También mientras hacíamos nuestras tranquilas caminatas por el parque de mi casa, ya unos días luego de la parte más álgida de mi recuperación, veía en sus ojos la inmensa ternura que está dentro de ella. Le llamaban la atención l

El propósito de no tener propósitos

En este 2018, el propósito es no tener propósitos. Luego de un 2017 frustrante y depresivo, nada más refrescante que ser una veleta sin rumbo y ver sencillamente qué pasa. Aunque exagero cuando digo que no habrá propósitos como tal. Los propósitos serán simples y podrán cumplirse día a día. Serán metas cortas y no miraré más allá del panorama próximo a unos meses. Luego de muchos años pensando en el "futuro", este año el único propósito, además de no tener propósitos, es ser feliz.