Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2020

Últimas veces

Con gran afán te busqué esa noche. Llegué al lugar refundido donde estabas con la plena certeza que debía despedirme, aunque no sabía por qué. Podría decirte que tuve un pálpito de tía rezandera, pero la verdad es que tengo un afán constante por no dejar de vivir. Soy una fiel creyente que uno nunca sabe cuándo serán las últimas veces de vivir algo o ver a alguien. Asumo que todas las veces son las últimas y si sigue algo más, me sorprendo. Es mejor no esmerarse por numerar un momento o por asignarle una frecuencia. Te abracé antes de irme y me dijiste "Te quiero". Podría pensar que es la última vez, pero pensaré en cambio que es la primera.

Las montañas

Antes de todo esto, no había notado la ventana de mi sala. Pasaba por ahí todos los días sin fijarme en lo que ella contiene: un balcón donde solo hay ropa colgada, un patio donde veo nada más un único par de chanclas y otra ventana desde la que siempre se asoma un cirio encendido, no importa la hora del día. Más allá están las montañas y en medio de ellas se forma una especie de "m" dentro de la que siempre cae el sol: lo que se ve parece una piscina de luz solar. Alrededor de las montañas hay casitas de colores que escalan y rodean la piscina de luz, pero jamás se zambullen en ella. Por estos días pienso en todos esos afanes que solía tener antes del encierro. Algunos seguro valían la pena, pero otros podrían haber sido omitidos. Pienso además, en todas aquellas veces que pudieron o no, ser la última vez. Ahora todos los días que vivo, parecen estar también llenos de primeras veces. Quisiera encontrar alguna oración rebuscada que describa lo que siento o alguna frase